Mirá

Mirá el esclavo, que no escapa de su ira
mirá su mano, como se tuerce y no llega
los ojos sucios pegados al espejo
mirá, mirá como mira, y no ve nada.

Pobre esclavo adormecido
miralo como se consume y se vacía de sueños
mirá como pide perdón sin razón, con temor
pobrecito, miralo sin lástima, miralo con despecho.

Mirá sus piernas pidiendo coraje
su boca queriendo gritar fuerte, y mirá
como la cierra cobarde, temblando
con miedo al dolor, al pasto, al olvido.

Mirá al esclavo, mirá su pecho
qué poco se infla, y ya casi no bombea
mirá como pierde, la cordura triste
y la compostura, otrora envidiada.

Mirá, no piensa ni canta ni ríe
no llama, ya no huele el perfume, la sal
mirá su gesto amargo al tragar sin goce
el banquete que la vida le regala.

Mirá al esclavo, como ruge de angustia
y no dice nada, ni al cielo, ni al ayer
no dice hoy ni mañana, nada... nada!
No cree, y no quiere romper sus cadenas.

Mirá, miralo por favor! Abrí los ojos!
Rompete en tu propio espejo cagón!
Golpeate con bronca esa cara, la vida!
Mezquina y egoísta expresión desolada, golpeala!

Esclavo de vos mismo, estás mirando si verte
gritando sin creerte, llorando sin mojarte
soñando sin dormir, andando sin avanzar
estás muriendo, esclavo... estás muriendo sin vivir.

No hay comentarios: